13 de febrero de 2009

Indiana Jones y El Reino de la Calavera de Cristal

La última película del famoso arqueólogo aventurero es parte de la industria Hollywoodense y por lo tanto su fin principal es vender, antes que educar. Los que nos movemos un poco en el ámbito arqueológico sabemos qué cosas son reales, sabemos de la existencia de esas calaveras de cristal que tanta fascinación han creado y que incluso tenemos una en el museo Popol Vuh de la Universidad Francisco Marroquín. Pero qué pasa con mucha gente que no sabe hasta qué punto las historias son reales. Cualquier persona que tenga poco o nulo conocimiento de arqueología podría pensar que a lo mejor lo que ocurre en la película es reflejo de la realidad, o que por lo menos se asemeja a ella.

La creatividad para lograr de la película un éxito llevó a los productores a tomar un elemento real y convertirlo en algo imaginario: la calavera guarda un poder misterioso capaz de muchas cosas. O talvez en su afán de no ser solo una cinta lucrativa sino ilustrativa trataron de mostrar a través de la película cómo ellos miran a la arqueología. De ser así nos topamos con que la concepción de nuestra disciplina está totalmente equivocada, al menos para el caso mesoamericano. Aunque a veces sí tenemos verdaderas aventuras en la selva, no llegamos a parecernos a un Rambo o McGiver como lo deja ver el largometraje. Tampoco, hasta ahora, nos hemos topado con un objeto que se descubra guarda un poder sobrenatural que nos cambie la vida. Aparte es encontrar objetos que se supone fueron sagrados y en su momento fueron utilizados en rituales, o que siguen siendo sagrados y venerados por los pueblos indígenas de hoy por considerarlos de sus ancestros, lo cual es válido desde su cosmovisión. Y en el caso de las calaveras de cristal ya se ha descubierto que la mayoría son falsas, habiendo unas 12 de ellas en todo el mundo (Perrot-Minnot 2008).

A criterio personal, esta película es aburrida en comparación a las anteriores porque la trama no es atractiva y las escenas no llaman a la expectación. Simplemente es otra película "de mucha lica" y debe ser vista como tal.

De cualquier manera, el problema no es que Hollywood saque películas de ficción de este tipo, a las que creo ya estamos bastante acostumbrados, sino que nuestra arqueología no tenga la suficiente difusión en la población para que ésta sepa distinguir hasta dónde llegan los hechos comprobables.


Referencia:
Perrot-Minnot, Sébastien. "Leyendas de Cristal". En Revista D, No. 206, 15 de junio de 2008. <http://www.prensalibre.com/pl/domingo/archivo/revistad/2008/junio/15/fondo.shtml> [consulta el 13 de febrero de 2009].