9 de julio de 2011

¡Qué tristeza, qué pena, qué vergüenza! Adiós Facundo Cabral...

La muerte de cualquier persona honesta es un hecho conmovedor. Listar aquí las muertes más horrendas de nuestro país sería desgarrador, deprimente, solo pensarlo es un atentado contra la moral.
Pero el asesinato del gran Facundo Cabral ¡en Guatemala! es más que conmovedor, es un dolor profundo que físicamente se siente en el corazón, qué tristeza más grande. Lo mataron ¡¡y lo mataron en nuestro país!! Qué pena.
Algunos dicen que no nos tenemos que sentir culpables porque nosotros no hicimos nada. Pero indirectamente sí somos responsables, porque con nuestro miedo, nuestro silencio, nuestra indiferencia, hemos permitido que la violencia alcance niveles infrahumanos. Qué vergüenza.
No está más en cuerpo, pero seguirá vivo mientras lo oigamos, mientras lo recordemos. Aquel noble humano que simplemente era feliz con lo que hacía. Un embajador de la paz.
Ya estábamos mal, pero hoy sí tocamos fondo. Cayó la gota que rebalsó el vaso.
A toda la gente, a la familia, amigos, artistas, hombres y mujeres comunes y corrientes, al pueblo argentino, al mundo: PERDÓN.

"Aprende a vivir y aprende a vivir sin matar" Facundo Cabral.