8 de diciembre de 2009

El día que compré mi entrada para Metallica


Los rumores de la venida de Metallica a Guatemala comenzaron talvez desde septiembre, todos estábamos muy convencidos que era casi imposible que un grupo de ese calibre visitara nuestro país. Las bolas corrían cada vez más fuertes y sonaban más seguras.

A finales de noviembre apareció en la página de todoticket.com el anuncio del concierto como próximo evento, días después la gran noticia: Metallica en Guatemala el 5 de marzo del siguiente año en el Estadio Nacional Mateo Flores, entradas disponibles en puntos de venta desde el jueves 3 de diciembre a las 10:00 horas, VIP y palco Q1600, gramilla, tribuna y preferencia Q600, y general Q300, más Q20 de recargo en puntos de venta o Q30 por internet. ¡Mis cuates, conocidos, la banda rocanrolera y yo, sencillamente, no lo podíamos creer! ¡Un sueño hecho realidad!

Por supuesto desde ese mismo día fuimos a comprar nuestras entradas Mario, el pocho y yo, sabíamos que teníamos que comprarlas cuanto antes porque seguramente se agotarían luego, toda la mara comentaba por todos lados la sorpresiva noticia. El pocho pasó por mi a las 7:00, llegamos a &Café de Plaza Obelisco a las 7:30, ya había una cola de algunas personas. El primer chavo que estaba en la cola se le ocurrió un buena idea, hizo pequeños papelitos numerados y a cada quien que llegaba le daba uno, esto para mantener el orden. A mi me dio uno para los tres, era el número 54. Al rato se cayó Marito (cuate del pocho) y luego una cuata de este Marito, éramos 5. Mario consiguió que un su cuate que estaba más adelante en la cola le pagara su entrada con tarjeta porque no tenía efectivo, así que recibió su entrada antes que nosotros.

A eso de las 9:00 llegaron dos reporteros de todoticket a entrevistar a la banda, más tarde se apareció otra conductora (venezolana o algo así) que junto con la camarógrafa siguieron grabando. Se acercaron y me pidió que si me podía entrevistar, mi primera respuesta fue “no” porque no mucho me gusta salir en cámara, me lo volvió a pedir de buena onda y ya se me hizo feo negarme. Me preguntó a qué horas había llegado, qué esperaba del cantante, cuál era mi canción favorita, y otras cosas que no recuerdo. Lo chistoso es que al inicio preguntó mi nombre, pero luego, durante la entrevista, se confundió y me dijo Gabriel primero y Juan después (aunque sí me llamo Juan pero eso no se lo había dicho). Se aparecieron también los de Guatevisión a entrevistar a otros.

Tal como lo establecido, a las 10:00 se inició la venta. Era tanta la felicidad que hasta gritamos en voz alta la cuenta regresiva: 10, 9, 8, 7… Los papelitos numerados sirvieron muy bien para mantener el orden. Dos policías privados los recibían y ordenaban a la mara. Por cierto que fue la primera vez en mi vida que vi a guardias ¡manteniendo el orden para una venta de boletos!

A las 11:30 recibí mi entrada. Simplemente no lo podía creer, desde ese instante ya estoy fijo para el toque, ya tengo asegurado mi lugar. Solo me queda soñar cómo será el show.

Luego nos fuimos con el pocho a Miraflores porque aquel se juntaría allí con su novia. Pasamos viendo al &Café y lo mismo, una gran cola. Me regresé a la casa en camioneta porque aquellos llevaban otro rumbo. Por supuesto mi entrada y mi cámara se quedaron bien guardadas con aquel en su carro, era un atentado llevármelas. El sábado siguiente me las devolvió. Supe que todos los puntos de venta habían estado con largas colas.

Ahora tengo mi entrada y nada más espero lo mejor, ¡¡METALLICA!!