2 de marzo de 2009

El Nombre de la Rosa

También como parte del curso Teoría e Interpretación Arqueológica que nos imparte el Mtro. Edgar Carpio, pidió que discutiéramos un poco sobre los procesos de investigación de la ciencia, formulación de hipótesis, epistemología, etc. basados en la película El Nombre de la Rosa, del libro del mismo nombre publicado en 1980 por el escritor y filósofo italiano Umberto Eco.

Había oído mencionar en más de una vez el famoso libro pero reconozco que nunca me había interesado por leerlo, también sabía que existía la película, así que después de verla, gracias al Mtro. Carpio, decidí buscar alguna información en Internet. Efectivamente, la trama misterio-histórica de la novela, ambientada en el siglo XIV en los Alpes italianos, la hizo muy reconocida y criticada, ganadora de varios premios; igualmente la película estrenada en 1986.

Ahora puedo decir que me llama la atención leer el libro porque imagino que será más intrigante e interesante que la película, esto parece un poco absurdo cuando lo normal sería primero leer el libro y luego ver la cinta, tal como me sucedió con el Código Da Vinci (también sería interesante hacer un análisis de esta película).

En fin, la trama de la película gira alrededor de un franciscano y su aprendiz quienes tratan de descubrir el misterio detrás de muertes extrañas en una abadía. Este franciscano es llamado por el mismo abate porque su experiencia previa en asuntos de la inquisición lo habían convertido en un experto en identificar lugares endemoniados, porque creían que eso era lo que estaba provocando las muertes. Sin embargo, al final descubren que uno de los principales sacerdotes ponía veneno en las páginas de un libro que no quería que se conociera, los pocos que tenían acceso a él se mojaban los dedos con saliva para pasar las páginas y de ese modo se envenenaban. El libro era un tratado de Aristóteles sobre la importancia de la risa; el religioso decía que no debía darse a conocer porque la gente al reírse perdería el miedo, y al perder el miedo no necesitaría de la fe para defenderse, por lo que la iglesia no tendría razón de ser.

La astuta combinación de hechos históricos y ficticios por parte de Eco hace una novela (en este caso la película) muy llamativa. Se mezclan nombres de personajes reales, la inquisición, así como laberintos y encrucijadas.

Lo primero que noté fue el carácter inductivo en la investigación de Guillermo de Baskerville (el franciscano) quien, siguiendo pista por pista cada detalle, logró unir todos las evidencias hasta inducir las causas de las muertes de los padres. Para esto necesariamente utilizó como primer recurso la minuciosa observación. Fue capaz de caminar todos los senderos que sospechó podrían haber sido testigos mudos de los hechos. En base a sus observaciones se preguntaba de qué manera podrían haber sucedido las cosas, desechando aquellas que no coincidieran con la evidencia. Es decir, en un primer momento hizo un "reconocimiento de campo" con la caminata y la observación, sin postular ninguna conclusión ya que apenas estaba conociendo el terreno. Esto es aplicable, pienso yo, a cualquier ciencia: antes de adentrarnos en una investigación debemos dar un recorrido cauteloso para conocer nuestro objeto de estudio, a manera de ir adentrándonos en él poco a poco.

Con las primeras observaciones se formó varias ideas o hipótesis de lo que podría haber ocurrido, pero conforme avanzaba y agregaba más información sus hipótesis se fueron modificando o cambiando, hasta que agotó las pruebas y encontró la verdad. En el sentido general de la ciencia podría decirse que sucede lo mismo, las hipótesis son formuladas en base a los datos y aceptadas como verdaderas hasta que nuevas hipótesis las sustituyen. Aquí podría entrar a hablar sobre la forma como los filósofos de la ciencia miran estos cambios en las teorías e hipótesis, pero no tengo todavía suficiente conocimiento de ellos, además sería muy extenso. Lo que pienso en todo caso es que la trama se parece a la teoría propuesta por Karl Popper: mientras no se demuestre la refutabilidad de la teoría o hipótesis, ésta puede ser verdadera. La teoría de Guillermo, que era la verdadera, no había logrado refutar la teoría del inquisidor que decía que efectivamente la abadía estaba endemoniada, teoría que fue tomada como verdad hasta que la verdad la desplazó.

En la ciencia ha sido difícil encontrar verdades casi absolutas, más aun en el caso de las ciencias sociales que su carácter no experimental dificulta someterlas a prueba. En nuestra arqueología específicamente esperamos más y mejores datos que se unan al corpus existente para nutrir las teorías, haciendo un método puramente inductivo.

Aunque Guillermo tenía vasta experiencia en las manifestaciones del demonio, miraba con escepticismo cómo ocurrían las muertes, no dejándose llevar completamente por sus preconcepciones teóricas o experimentales sino dejando que los nuevos datos "hablaran por sí mismos". Cuando la ciencia intenta conocer algo nuevo, parte de presupuestos y utiliza metodologías como base que le ayudan a no perderse en el camino, sin embargo, en el momento que el paradigma se vuelve dogmático se intentan hacer cazar los datos dentro de él y es cuando surgen los errores. En este sentido Imre Lakatos dice que las cosas deben verse desde diferentes puntos de vista proponiendo teorías que se anticipen a los hechos y rechazando aquellas que han sido superadas por otras. Esto es bueno porque adoptamos una metodología que puede ir cambiando en el transcurso de la investigación.

Miguel Martínez propone que nos acercamos a un nuevo paradigma sin precedentes que cambiará el concepto de la realidad y naturaleza humana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estamos haciendo un trabajo de investigación en Ciencias Sociales y nos sirvió de gran ayuda tu publicación!.

Gracias!

Unknown dijo...

Muchas gracias :). Me sirvió para una tarea de Taller de Investigación.